No más



Pensé, pensé mal, actué, actué peor. ¿Qué queda?.


Decidimos tantas cosas, y olvidamos tantas otras. 

Todos hemos querido, todos hemos necesitado de alguien, y es justamente ese alguien, el que te transforma, el que te cambia, el que te suicida. 

Deberíamos cambiar, dejar de acostarnos temprano y empezar a ver el cielo, la luna, sus ojos.

Sentimos felicidad 3 segundos por día, y tristeza el resto del tiempo. Soy volátil, mis alas me cubren, me tapan. La luna, el cielo, sus ojos, los míos. Él y yo. 

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