El tiempo se acaba, ya no es hora de llorar
Ya no es un niño, ya no es un hombre, no es nada, y por ese mismo nada, se perdió, se perdió del mundo, del mundo que soñó. Allá afuera, debajo del sol y debajo de la luna están los sueños que abandonó, está usted, con sus ojos vueltos mierda, vueltos amor, vueltos poema, allá esta usted, con su cara negra y verde, con su esperanza devastada, con el hilo roto, con el corazón el las manos y la mente en mí.